El asno y los saltamontes
El asno y los saltamontes
Un día, mientras un asno caminaba por el pasto, encontró algunos saltamontes cantando alegremente en un rincón cubierto de hierba del campo.
Escuchó con mucha admiración el canto de los saltamontes. Era un canto tan alegre que su corazón amante de los placeres se llenó de ganas de cantar como ellos.
¿Qué es eso? preguntó muy respetuosamente, que te ha dado unas voces tan bonitas? ¿Hay alguna comida especial que comes, o es algún néctar divino que te hace cantar tan maravillosamente?
Sí, dijeron los Saltamontes, que eran muy aficionados a las bromas; ¡es el rocío lo que bebemos! Pruebe algunos y vea.
Así que a partir de entonces el Asno no comería ni bebería nada más que rocío.
Naturalmente, el pobre asno tonto murió pronto.
Moral: Las leyes de la naturaleza son inmutables.
