Escorpio y Rana
Escorpio y Rana
Un día, un escorpión decidió ir a visitar a su primo en el condado vecino. Viajó cuesta arriba y cuesta abajo, debajo de árboles caídos y sobre montones de hojas.
Eventualmente, llegó a un arroyo con una corriente rápida. Caminó de un lado a otro de la orilla del arroyo buscando un puente o una forma más segura de cruzar el arroyo, pero no encontró ninguno.
El escorpión se sentó a reflexionar sobre su situación cuando notó una rana sentada en un nenúfar cerca de la orilla del arroyo.
El escorpión le dijo a la rana: Amable señor, ¿sería tan amable de dejarme subirme a su lomo para llevarme al otro lado de este arroyo?
¿Cómo sé que no me picarás? preguntó la rana.
El escorpión respondió: Porque si lo hago, también moriré, ya que no sé nadar
La rana respondió: ¿Cómo sé que no me picarás una vez que lleguemos al otro lado?
Amable señor, estaría tan agradecido por su ayuda que ni soñaría con un acto tan cobarde, respondió el escorpión.
La rana quedó satisfecha y permitió que el escorpión se subiera a su espalda y se metieron en el agua. La rana nadaba con fuerza a través del arroyo cuando el escorpión picó de repente a la rana.
La rana sintió el inicio de la parálisis y comenzó a hundirse. Sabiendo que ambos iban a ahogarse, la rana tuvo el tiempo suficiente para preguntar: ¿Por qué me picaste? Ahora los dos vamos a morir.
El escorpión respondió: Porque es mi naturaleza...
Entonces ambos desaparecieron bajo el agua.
La moraleja de la historia es: no puedes evitar ser lo que eres.
