EL CABALLO, EL CAZADOR Y EL CIERVO
EL CABALLO, EL CAZADOR Y EL CIERVO
Había surgido una disputa entre el Caballo y el Ciervo, por lo que el Caballo acudió a un Cazador para pedirle ayuda para vengarse del Ciervo. El Cazador estuvo de acuerdo, pero dijo: 'Si deseas conquistar al Ciervo, debes Debes permitirme colocar este trozo de hierro entre tus mandíbulas, para que pueda guiarte con estas riendas, y permitir que esta silla se coloque sobre tu espalda para que pueda estar firme sobre ti mientras perseguimos al enemigo. El Caballo estuvo de acuerdo con las condiciones, y el Cazador pronto lo ensilló y le puso las bridas. Luego, con la ayuda del Cazador, el Caballo pronto venció al Ciervo y le dijo al Cazador: “Ahora, bájate, y quita esas cosas de mi boca y espalda.'
“No tan rápido, amigo,” dijo el Cazador. “Ahora te tengo bajo las garras y las espuelas, y prefiero mantenerte como estás ahora.”
Si permites que los hombres te usen para tus propios fines, te usarán para los suyos.
