Avaro y su oro

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Avaro y su oro

Había una vez un avaro. Odiaba gastar oro. Así que nunca usó el oro que tenía.

 

Había cavado un hoyo y solía enterrar el oro cerca del árbol en su jardín.

 

Todos los días se acerca al árbol para desenterrarlo y mirar el oro felizmente. Siempre pensaba para sí mismo: 'Soy tan rico. Tengo tanto oro'. Esto lo hizo muy feliz.

 

Un día, un transeúnte lo vio cavando y vio el oro escondido por él. El transeúnte: '¡Oro debajo del árbol! Debo esperar hasta que oscurezca'. El ladrón esperó hasta la noche para desenterrar el oro. Tomó todo el oro enterrado debajo del árbol.

 

Al día siguiente, el avaro volvió a mirar su oro. El avaro- '¿Dónde está mi oro? ¿Dónde está mi oro?' El avaro cavó un gran hoyo donde solía esconder su oro, pero no pudo encontrar nada de oro en el hoyo. El avaro comenzó a llorar: '¿Quién robó mi oro?' Al escuchar el llanto del avaro, todos sus vecinos acudieron corriendo a su casa.

 

El vecino le preguntó: '¿Qué pasó? ¿Por qué estás molesto?' El avaro les mostró el hoyo y les contó todo sobre el oro que escondía debajo del árbol, entonces otro vecino le preguntó: “¿Alguna vez gastaste algo de tu oro?” El avaro le respondió: 'No, yo sólo lo desenterraría. Mirarlo me hizo feliz'.

 

Entonces vecino- '¡Nunca usaste nada en absoluto! El oro no te sirvió de nada porque lo tenías en el suelo. Solo mira dentro del agujero y piensa que el oro todavía está dentro. Entonces estarás tan feliz como lo eras antes.”

Los vecinos se echaron a reír y lo dejaron con el hueco vacío.

Moraleja : 'Debes utilizar tu dinero en algo bueno. Porque la riqueza que no se usa bien podría no existir'.